miércoles, 6 de julio de 2016

Profesores del CDSA realizan su primer job shadowing en Polonia

Un grupo de profesores de diferentes áreas, como la lingüística o  las ciencias, han disfrutado de una beca del programa Erasmus+, modalidad KA1, durante una semana en el instituto de enseñanza secundaria IX Liceum Ogólnokształcące im. C.K. Norwida en Czestochowa, Polonia, del 7 al 11 de septiembre de 2015. Se trata de un proyecto enmarcado en el Programa Erasmus +, cuyo objetivo es conocer la metodología y organización del sistema educativo, la mejora de la competencia lingüística, así como la ampliación de nuestras relaciones con los miembros del instituto anfitrión. En esta ocasión, estos profesores han tenido la oportunidad de desempeñar el papel de alumn@ y no de profesor, asistiendo a dicho instituto, como observadores de la tarea de varios compañeros polacos mientras imparten sus clases.
Todo comienza con una calurosa bienvenida de los profesores y del director del centro, seguida de un tour por el colegio, durante el cual pudimos observar el gran número de alumnos brillantes que han pasado por sus aulas (destacar que es uno de los mejores centros de Polonia donde asisten alumnos de distintas zonas del país) con sus pasillos decorados con numerosos cuadros de los mismos, alumnos destacados en ciencias, letras, deporte, etc. Visitamos los gimnasios, el antiguo y el nuevo, un excelente pabellón donde podían dar varias clases a la vez, laboratorio, biblioteca y sala de consulta, hasta una cafetería donde los alumnos pueden comprar su merienda, estando todos los espacios perfectamente equipados, así como un sótano donde tenían varias salas y pasillos con taquillas de uso exclusivo para los alumnos.
Los profesores y profesoras participantes pudieron asistir a clases de sus respectivas materias e incluso de otras, como Matemáticas aplicadas a las ciencias o Educación para la seguridad, una asignatura que nos pareció, no solo curiosa, sino también práctica y útil, ya que los alumnos aprenden primeros auxilios.
Todos nos percatamos de las sustanciales diferencias en el sistema educativo,  como los espacios de enseñanza, agrupaciones de alumnos, nivel educativo, actitud y comportamiento del alumnado, etc.
Respecto al Bachillerato, en Polonia se cursa en tres años, no en dos como en España, y donde los alumnos tienen una preparación muy alta. Al finalizar, realizan un examen denominado ‘Matura’ previo a la Universidad. Quizás por una parte sea mejor, ya que los alumnos llegan a la Universidad con un mayor grado de madurez y muchas veces es precisamente eso lo que les falta a algunos de ellos. 
Cada profesor tiene su propia clase, son los alumnos los que se trasladan de una clase a otra. Entre clase y clase hay un descanso de 5 minutos, lo cual mejora la concentración y los alumnos están más relajados. Las clases son de 45 minutos y en ocasiones tienen 2 clases de 45 minutos de una misma asignatura, siendo sin duda más efectivo que una clase de 55 minutos donde los alumnos en ocasiones se cansan y pierden el hilo.
Durante toda la mañana disfrutan de dos recreos y suelen permanecer en los pasillos, dejándolos impolutos en cuanto suena el timbre. Nos sorprendió gratamente el escaso nivel de ruido de las aulas, todos trabajan en silencio sin que el profesor tenga que intervenir, e incluso el profesor no tiene que dar un tiempo determinado para completar una tarea, todos son muy responsables y tienen muy claro su rol en la clase.
Los grupos son reducidos, había clases de apenas 10-15 alumnos, lo cual mejora en gran medida el aprendizaje de idiomas. Además, los agrupamientos se realizan según los distintos niveles del MCER y los alumnos pueden pasar de nivel en cualquier momento haciendo un examen previo. El nivel era muy elevado en todos los grupos que visitamos.
En cuanto a metodología, hemos observado profesores que utilizan el método tradicional, donde los alumnos apenas interactúan con ellos, mientras en otros casos los alumnos sí participan e interactúan con el profesor. En otras ocasiones, el profesor aplicaba la enseñanza de una materia asemejándola en la medida de lo posible a la vida real para que los alumnos pudieran razonar de manera más sencilla.
Asimismo, hemos de resaltar la profesionalidad y alto nivel de todo el profesorado, que en todo momento nos brindó la oportunidad de aprender e intercambiar ideas sobre el sistema educativo polaco y el español.
Para finalizar, destacar que la experiencia y la visión general subyacente nos ha llevado a la conclusión de que aún tenemos muchos puntos por mejorar en nuestro sistema y como no, muchas cosas que aprender. Son sin duda las experiencias de este tipo, las que nos ayudan a detectar y a corregir nuestros fallos, gracias a la puesta en común con otro modelo de enseñanza.
De esta forma, conseguiremos mejorar aquellos aspectos de nuestro modelo educativo que aún están en proceso de desarrollo, así como a depurar otros ya consolidados, lo que nos ayudará a seguir trabajando en la complicada búsqueda de una educación óptima para todo nuestro alumnado.


Belén Zamora Leal

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